domingo, 29 de mayo de 2011

MEDIANOCHE EN PARÍS


Título original: Midnight in Paris.
País: Francia.
Director: Woody Allen.
Reparto: Owen Wilson, Rachel McAddans, Marion Cotillard.
Género: Comedia fantástica.


"Midnight in Paris" nos trae de nuevo al Woody Allen soñador y fantasioso de películas como "Alice" o "La rosa púrpura de El Cairo", volviendo a proyectar su lado más imaginativo en esta mágica fábula recreada en el bello París. Creo que la mejor forma de definir la nueva película del casi siempre reconfortante Woody es considerándola un cuento romántico, como esos que tanto me gustan de finales de siglo XIX y principios del XX,  uno de esos relatos que se leen en una tarde lluviosa de domingo, mientras se oye el repiquetear de las gotas en la ventana, y que al finalizar, hacen que te recuestes en el sillón con la mirada soñadora y exhales un suspiro pensando: "qué bonito..." Pues sí, la aplaudida última obra de Allen en Cannes, es una delicia, en primer lugar, por haberse ambientado en París, una de las ciudades más bellas y mágicas del mundo y en segundo lugar, por llevarnos a través del tiempo precisamente a la época dorada de la ciudad de la luz, aquellos fabulosos años 20, donde París, antes de que se convirtiera en la ciudad preferida de los enamorados, y en el lugar de donde vienen las cigüeñas, era el punto de encuentro de las más grandes mentes intelectuales y artísticas de la época, un hervidero de locos genios que se reunían en aquellas famosas tertulias de los cafés parisinos. 

¿Cual es la época histórica que te gustaría vivir si tuvieras la oportunidad? A mi siempre me hubiera gustado vivir en el París del modernismo, en los primeros años del siglo XX rodeada de artistas y viviendo como una bohemia junto a Rodin o Satie. Lo mismo que le sucede a Owen Wilson, protagonista del film, que encarna a un joven cineasta norteamericano cuyo sueño es ser escritor y que se encuentra en París en unas minivacaciones con su novia pija, Inez (Rachel McAddans), los padres de ésta y una pareja de amigos súper pedantes. Harto de relacionarse con todos ellos, decidirá aprovechar su tiempo en París para pasear solo bajo la lluvia, algo que adora especialmente, y soñar con vivir para siempre en aquella, su ciudad predilecta, como otrora lo hicieran sus ídolos literarios. En uno de esos paseos nocturnos, al encontrase perdido y algo chisposo debido a la cata de vinos a la que ha asistido junto a su novia y los amigos de ésta, decide sentarse en una escalinata al pié de una vieja iglesia. De repente, al llegar la medianoche y empezar a sonar las campanas de la iglesia, aparecerá ante él un coche de época, del que se bajarán unos simpáticos jóvenes que lo invitan a una fiesta. Cual será su sorpresa que al llegar al local, descubre que se encuentra nada menos que en su época histórica favorita: ¡¡¡Los años 20 parisinos!!! junto con los escritores y artistas a los que más ha admirado a lo largo de su vida: allí conocerá a Scott y Zelda Fitzgerald, a Ernest Hemingway, a Thomas Eliot, a Picasso, Dalí, a Buñuel y... a Adriana (la bellísima Marion Cotillard) una de las amantes de Picasso de  la cual se queda fascinado.. Lo malo, es que al llegar el día, la realidad del año 2010 vuelve a imponerse en su vida, así que esperará ansioso la llegada de la medianoche bajo la escalinata de la vieja iglesia para volver a reencontrarse con los amigos de sus sueños.

Vale que no estemos ante una de las grandes obras del director neoyorquino, aunque hay quienes encuentran en el lado más romántico de Woody Allen, como ya sucedió en  "La rosa púrpura de El Cairo", un especial encanto en comparación con el resto de su filmografía, más cercana a los conflictos humanos y al escepticismo. Esta película se aleja de ese escepticismo para zambullirnos en la magia de los sueños y de los deseos. Y, por eso, los parecidos con "La rosa púrpura de El cairo" son más que evidentes: en aquella, la dulce protagonista encarnada por Mia Farrow veía cumplido su sueño se vivir un amor literalmente de película y en ésta, el protagonista ve cumplido el suyo, el de  vivir en la época dorada de París.

Ahora bien, como en el resto de la filmografía de Allen, el toque filosófico no podía faltar, y el final de esta historia tiene ese toque suyo tan característico, lo cual la hace si cabe, aún más interesante. Las caracterizaciones de los personajes antiguos están muy logradas y la interpretación del siempre mediocre Owen Wilson no es nada desdeñable, está a la altura del resto de la película. Además, junto con esta bella historia, Woody nos regala unos primeros cinco minutos de idílicas pero cotidianas imágenes del bello París bajo la lluvia.

Una historia realmente encantadora para todos aquellos que amamos París: Montmartre, La torre Eiffel, el Louvre, Notredame, los cafés, el modernismo, el Moulin Rouge, los puestos llenos de libros y objetos de época, los pintores a la orilla del sena... a mi me invitó a soñar: vivía allí, vestida con esos delicados vestidos parisinos, bebiendo junto a Hemingway y siendo la amante y musa de genios e intelectuales. En fin, dicen que soñar es gratis... Bueno, soñar cuesta 8 euros, lo que vale una entrada de cine.


viernes, 27 de mayo de 2011

EL AMOR TIENE DOS CARAS


Título original: The Mirror has two face.
País: USA.
Director: Barbra Streisand.
Reparto: Barbra Streisand, Jeff Bridges, Lauren Bacall, Pierce Brosnan, Mimi Rogers.
Género: Comedia romántica.

O bien podría llamarse, "La verdadera cara del amor", porque si algo nos enseña esta deliciosa comedia romántica, es eso mismo, que amor sólo hay uno y se siente como se siente, por más que muchos se empeñen (nos empeñemos) en buscarle dobles caras o razonales pero huecos significados. El que puede tener dos caras, es más bien, el espejo en el que nos miramos, o a través del cual miramos a quienes nos rodean, como bien indica el título original de este film: "The mirror has two face" (El espejo tiene dos caras) y su porqué queda bien reflejado en la película.

"El Amor tiene dos caras", aparentemente no deja de ser una comedieta romántica más made in USA, pero amigos, debajo de esa superficie de "chica-conoce-a-chico-y-se-enamoran", se encuentra una acertada e inteligente reflexión sobre el amor, la pasión, las relaciones sentimentales y los embrollos emocionales en los que nos sumergimos los seres humanos. Vamos, que es una de esas películas que uno se pone cuando el corazón se le hace trizas o cuando ve que no termina de llegar eso tan ansiado por todos: El Amor, y empieza a devanarse los sesos preguntándose si de verdad no estaremos todos locos y en realidad eso que buscamos, no sea más que un cuento chino, un invento de los libros o de los cursis, y que consigue devolverte la esperanza de que en cualquier momento, eso que has visto en la pantalla,  te puede pasar a ti.

"Cuando nos enamoramos, oímos a Puccini en nuestro interior", es la reflexión a la que llega Rose (Barbra Streisand), una madura profesora de literatura de la Universidad de Columbia que lleva toda su vida esperando sentir esa sensación con todas sus fuerzas. Rose siempre ha sido el patito feo de su familia, y sus  guapas madre y hermana (Lauren Bacall y Mimi Rogers, respectivamente) se lo recalcan, ya sea mediante indirectas, cada vez que tienen la oportunidad. Podríamos definirla, por tanto, con esa odiosa palabra con la que tradicionalmente se ha calificado a la mujer en tales circunstancias: una solterona. Por otra parte, Gregory (Jeff Bridges) es un profesor de matemáticas que también desea encontrar una pareja, pero con una idea totalmente diferente a la de Rose: él quiere encontrar a una compañera, a alguien con quién compartir gustos e inquietudes, una amiga a la que cuidar, pero alejándose totalmente de la pasión, puesto que para él el sexo es el mal de todas las relaciones de pareja, el fuego que todo lo quema y lo devora, y que a él tanto mal le ha hecho emocionalmente.

Los dos protagonistas se conocen a través de un anuncio y desde el principio se crea entre ellos un fuerte vínculo de amistad, respeto mutuo y... amor casi fraternal. Ella le desea, pero él a ella no.Y a pesar de todo, accede a la propuesta matrimonial que su apuesto y adorado profesor le hace. Pero nuestra protagonista, patito feo de corazón apasionado, pronto se dará cuenta de que ella en realidad lo quiere todo sobre el amor: quiere "pasión, fuego, ardor, cupido, San Valentín" y todo lo que se tercie. Cuando Gregory lo descubre, siente que para él su relación con Rose ha sido un fraude, por haberle engañado en cuanto a sus verdaderos sentimientos y deseos. Es entonces, cuando Rose, aprovechando un viaje de Gregory a Europa, decidirá cambiar radicalmente, llevando a cabo un cambio no sólo mental, tras darse cuenta que en realidad ha estado conformándose con su relación sin pasión cuando en realidad deseaba mucho más, si no además físico, cayendo en las mismas redes en las que caen la mayoría de mujeres del mundo: La estética; para estar delgada, guapa y apetecible y así, encontrar el amor verdadero. Lo que ella no sabe es que Gregory en el fondo está loco por ella, se ha ido enamorando sin quererlo, pero tiene un miedo atroz al amor romántico, el cual le desestabiliza en todos los sentidos. Cuando vuelven a reencontrarse todo aparentemente ha cambiado, Rose se ha convertido en una mujer objetivamente actractiva, dispuesta a darse a las pasiones desenfrenadas y Gregory, aturdido, hecho un verdadero lío, descubre lo que perdió, por no haber hecho caso en su momento, a su corazón.

Y ¿qué tiene de especial esta película que la eleva muy por encima de la media de las comedias románticas? Pues, en primer lugar, sus adorables protagonistas. Debo reconocer que desde que vi por primera vez esta película, me sentí muy identificada con ambos personajes, en especial, con el de Gregory. Sus continuos quebraderos de cabeza acerca de lo que debería ser una relación de pareja, esa renuncia a la pasión y su idea de asemejar los sentimientos a ecuaciones matemáticas, intentado razonar la idea del amor, su miedo a afrontar las inseguridades que conllevan las pasiones etc. dotan al personaje de una irresistible simpatía. Lo mismo que el personaje de Rose, esa mujer solitaria, que ve cómo las guapas como su hermana siempre consiguen a los hombres más irresistibles, como a su adorado Alex (Pierce Brosnan) mientras ella renuncia resignada a vivir el amor con mayúsculas accediendo a casarse con Gregory porque es el único hombre que ha querido casarse con ella... "por lo que sea".

También es una película diferente, porque aunque, a priori, el planteamiento de la historia puede ser típico y tópico, en su desarrollo te das cuenta que profundiza mucho más que la media de comedias de este estilo en el aspecto de las relaciones; no se basa en plasmar el amor sin más (dos personas se enamoran y punto) si no que muestra como a través de la cotidianidad, del día a día, puede surgir el amor. Es decir, el amor no nace desde el principio, los protagonistas no se casan enamorados, si no que se enamoran a lo largo de la película, gracias a la cercanía, a la convivencia, a sus pequeñas rutinas. Un desarrollo que rompe con esa idea extendida socialmente de que la convivencia lo mata todo y solo se ama de verdad al principio de las historias amorosas. Critica, además, otra idea errónea en la que cae constantemente la humanidad: la de la esclavitud de la estética, el pensar que mientras no seamos guapos, delgados y estilosos, no tendremos las mismas posibilidades que el resto para encontrar el verdadero amor.

En definitiva, la película es una muestra de como el amor puede romper con todas las barreras existentes en nuestro interior o aquellas que la sociedad nos impone con su dedo señalador: los miedos propios que tenemos al saber que nos estamos enamorando y la inseguridad que da el hecho de que vamos a depender del control de las emociones y no de nuestra razón, la superficialidad de la belleza física... Los dos protagonistas van dejando atrás sus ideas preconcebidas de lo que debe ser el amor y las relaciones de pareja gracias a la complicidad y el vínculo emocional que nace entre ellos.

Por si fuera poco, el film tiene ese aire clásico y romántico de las antiguas comedias de Hollywood, y para redondearla, nada mejor que una secundaria de lujo, la mítica Lauren Bacall, interpretando a la egocéntrica pero encantadora madre de Rose. Por este papel, Lauren Bacall estuvo nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria en 1996.

"El amor tiene dos caras" en un bálsamo contra las penas, hay, quienes como yo, creemos en el cine como sanador de muchos males emocionales y, en este caso, esta pequeña e infravalorada película, es una buena pastilla para los dolores del corazón. Una película recomendada para los románticos empedernidos, para los enamorados, los enamoradizos, los que enamoran y para todos aquellos que hace tiempo que no oyen a Puccini, en su corazón.

"- ...pues siento no encajar en tu ecuación matemática: `hombre guapo y asustado se casaría con mujer fea y desesperada..´ ¿decía eso el anuncio?"

"- Fred... ¡¡¡ Quiero a Rose!!!
  - Lo sé, lo sé..
  - No... pero quiero a la antigua Rose, a aquella chica que vestía con ropa grande y preparaba el bocado perfecto... nunca me importó que no fuera guapa.. aunque a mí siempre me pareció una chica muy guapa, sus ojos, su boca...me gustaba su forma de ser, su manera de reírse de sí misma... ¡¡¡Ahora come zanahorias!!!!, ¿no es espantoso?".

jueves, 26 de mayo de 2011

ESOS "ADORABLES VECINOS"...


Asfixiantes, quisquillosos, sospechosamente afables, maquiavélicos... Así son los vecinos "adorables" de los tétricos portales donde se desarrollan películas míticas como "La semilla del diablo", "El Quimérico inquilino"ambas de Roman Polanski, "La Comunidad" de Alex De La Iglesia, rodada con un estilo muy Polanskiano homenajeando la recurrente temática del director polaco.  

Los tres films se desarrollan bajo la idea del inquilino acosado sutil y cínicamente por sus ancianos vecinos, avariciosos y sectarios. Por ejemplo, la joven y embarazadísima Rosemary (Mia Farrow en "la semilla del diablo"), tenía que aguantar sin rechistar las visitas continuas de un matrimonio de simpáticos abuelillos, que bajo su aparente sobreprotección fraternal, escondían sus verdaderas intenciones satánicas al haber elegido a la inocente Rosemary para convertirla, nada menos, que en la madre del hijo humano de lucifer. En el caso de "El quimérico inquilino" protagonizada por el propio Polanski, un joven gris, algo introvertido, decide alquilar un apartamento en un viejo edificio parisino, que ha quedado libre al haberse intentado suicidar su anterior inquilina, una joven normal y despreocupada que decide arrojarse por la ventana sin motivos aparentes. Pronto empezará a sufrir las continuas quejas de unos vecinos huraños  y distantes, recriminándole el hacer un ruido insoportable y el ser un joven inmoral, cuando la realidad es totalmente diferente. El joven, acabará obsesionándose con la inquilina suicida hasta llegar a la locura ayudado por el resto de residentes del  vecindario...Ambas películas, rodadas con el inconfundible estilo sobrio y asfixiante de Polanski, y ese humor negro tan característico de su filmografía.


Precisamente haciendo gala de ese humor negro, Álex de la Iglesia, en estado de gracia, rodó con Carmen Maura "La comunidad", donde la protagonista, una mujer madura que trabaja como agente inmobiliario, descubre tras el fallecimiento del vecino de arriba del piso que ha "ocupado", un anciano con el síndrome de Diógenes, que éste había escondido sigilosamente el dinero que había ganado jugando a la lotería y que había decidido no compartir con el resto de vecinos, los cuales, ávidos por conseguir dicho dinero, decidirán vigilar muy de cerca a la protagonista.



Estas tres películas consiguen crear una atmósfera inquietante (principalmente, las dos primeras de Polanski) gracias a las paranoias creadas por los propios protagonistas y las reacciones de sus vecinos. Personas introvertidas y solitarias que deciden vivir en edificios junto a otras personas aparentemente distantes y tranquilas (sobre todo, ancianos) pero que pronto empezarán a sentir que sus distantes vecinos están pendientes de cada paso que dan, torturándoles psicológicamente.

Otra de las películas que dibuja este tema, es "Misterioso Asesinato en Manhattan" de Woody Allen, donde el matrimonio formado por Diane Keaton y el propio Allen, decidirán espiar a su anciano vecino, tras la precipitada muerte de su esposa, del que sospechan que ha podido asesinarla. En este caso, los papeles de espia-espiado, se invierten, siendo los protagonistas los que se quedan en el lado de la mirilla para seguir los pasos de su vecino. Mucho menos negra que las anteriores, retrata la vida de un matrimonio de mediana edad que encuentra en su historia vecinal (sobre todo ella, Diane Keaton) una gran aventura detectivesca para salir de la rutina del día a día. Tal y como se veía en "La ventana indiscreta" de Hitchcock, en la cual, el fotógrafo protagonizado por James Steward, pasaba los días entreteniéndose como vouyeur de sus vecinos, al haberse roto una pierna y no poder moverse de su domicilio, en su entretenimiento de observar la cotidianidad de los inquilinos de su comunidad, que tienen todos las ventanas abiertas de par en par debido al insoportable calor del verano, pronto empezará también a sospechar de uno de ellos, creyendo que ha podido asesinar a su esposa.


La escena que más me llama la atención de todas estas películas, es una de las finales de "El quimérico inquilino", cuando el joven Trekolsvi, en el punto álgido de su locura, decide imitar a su predecesora inquilina, y en el momento en que se va arrojar por la ventana, se imagina a todos sus vecinos asomándose a las ventanas que dan al patio, como si estuvieran en los palcos de un teatro aplaudiendo al actor que ha finalizado una función. Una escena histriónica, sobrecogedora y a la vez esperpéntica.

El tema de las comunidades vecinales extrañas y maquiávelicas me llama mucho la atención en el cine, sobre todo, en el caso de éstas películas que he nombrado, ver cómo el protagonista se va volviendo loco o entrando en un bucle psicológico a causa de sus relaciones vecinales, el intuir qué puede estar sucediendo tras la puerta de enfrente, esos edificios tan grandes y viejos, llenos de puertas y de ocupantes extraños, me parece una buena forma de representar la propia locura, una metáfora de como puede llegar a ser el propio cerebro, lleno de puertas tras las cuales no sabemos que es lo que habita...

martes, 17 de mayo de 2011

LA VIDA DE NADIE


Título original: La vida de Nadie.
País: España.
Director: Eduard Cortés.
Reparto: José Coronado, Adriana Ozores, Marta Etura.
Género: Drama.

Otra de las películas que recientemente han repuesto en el programa de "Versión española" es esta cinta, sorprendente ópera prima de Eduard Cortés, del año 2002 y basada en una hecho real ocurrido a mediados de los años 90 en Francia, el famoso caso Romand .


Emilio Barrero, es padre de familia y va a cumplir 40 años. Pero toda su vida es una mentira. Lleva casi 20 años engañando a su familia y amigos haciéndoles creer que es economista y que trabaja nada menos que en el Banco de España. Pero detrás de esa fachada no existe nada más que humo. En realidad pasa gran parte del día deambulando por la ciudad, sentado en parques y estafando a todos sus familiares y amigos mediante quiméricas inversiones para conseguir cuantiosas cantidades de dinero con las que poder mantener la calidad de vida que lleva. Pero cuando conoce a Rosana, una joven estudiante de la que se enamora, la frágil burbuja en la que viven él y su familia empieza poco a poco a desinflarse y la verdad empieza a salir a la luz...


La película deja de lado el aire psicopático de la historia real y se centra en contar la vida de falsedad de un hombre aparentemente normal que se ve hundido por un bucle de mentiras sin fin que desencadenará las peores consecuencias. Emilio Barrero, bien podría ser nuestro vecino o incluso un familiar cercano, un hombre cobarde e inconsciente pero que es cariñoso con su familia y amigos, es capaz de enamorarse y de hacer cualquier cosa por su hijo. No es un psicópata, a pesar de engañar y de mentir compulsivamente. 


¿Cómo es posible que una familia no sé dé cuenta de la realidad que le rodea?¿Cómo es posible mantener engañados durante 20 años a todos aquellos con los que se comparte la vida? Simplemente porque confiamos en quién tenemos más cerca.. ¿Por qué iba a ser mentira lo que nuestra familia nos cuenta? ¿Por qué dudar? La burbuja que ha creado Emilio es tan sólida y veraz para quienes le rodean que sólo un elemento externo a la misma ( Rosana), alguien ajeno a dicha burbuja puede hacer que todo se desmorone. El personaje de Rosana, es la única que duda, que presiente algo extraño, la que tira la primera pieza causando un verdadero efecto dominó.


La película consigue hacer llegar al público una historia descabellada, dibujando un protagonista creíble, que despierta a la vez repulsión y compasión. ¿Cuantos Emilios Barrero habrá por el mundo viviendo una mentira a fin de ser aceptado siempre por los suyos y por si mismo? Una película interesante, que hace que nos planteemos hasta qué punto es sincera y auténtica la vida de cada uno.


"Llevo 20 años viviendo una mentira, controlando cada palabra, cada gesto, para no delatarme a mi mismo. Y por primera vez en años, digo la verdad y veo que no era tan difícil... Aunque ya es demasiado tarde.”

sábado, 14 de mayo de 2011

MÚSICA Y CINE 3: LAS CANCIONES DE MARILYN.


Marilyn es uno de mis fetiches cinematográficos. Supongo que no era la mejor actriz del mundo, ni siquiera la más bella y que sus papeles más relevantes son aquellos en los que hacía de tonta frívola, aunque ahí están maravillosas películas en donde se defendió bastante bien con otros roles: "Niebla en el Alma", "Niágara" o ese maravilloso papel de "Vidas rebeldes" dejando claro, por si no lo estaba ya (en su época se negaban a admitirlo) que siempre fue una buena actriz, no solo en comedia, donde tenía una chispa entrañable, si no también en el drama.

Pero la rubia oxigenada por excelencia del cine, no sólo se destacó por su vis cómica y su imponente anatomía, si no que además poseía una voz preciosa, tenía a mi parecer un timbre de voz muy característico y cantaba realmente bien. He decidido, por tanto, hacerle un pequeño homenaje, plasmando en este post algunos de sus números musicales más "glamourosos".



DIAMONDS ARE A GIRL´S BEST FRIEND : Los Caballeros las prefieren rubias (Howard Hawks 1953).


BYE, BYE, BABY: Los caballeros las prefieren rubias (con Jane Russel).


I WANNA BE LOVED BY YOU: Con faldas y a lo loco (Billy Wilder 1959).



MY HEART BELONG TO DADDY: El Multimillonario (George Cukor 1960).



THAT OLD BLACK MAGIC: Bus Stop (Joshua Logan 1956).

LA TORRE DE SUSO


Título original: La torre de Suso.
País: España.
Director: Tom Fernández.
Reparto: Javier Cámara, Gonzalo de Castro, Emilio Gutierrez Caba, Malena Alterio, Fanny Gautier, José Luis Alcobendas, César Vea.
Género: Drama social.

Hace poco hice una reseña sobre una de las películas españolas de los últimos años que más me habían sorprendido: "Mataharis" de Icíar Bollaín y recalqué que a pesar de que el cine español no es uno de mis fuertes, tengo que reconocer que de vez en cuando veo alguna película que me hace creer que tal y como están las cosas, nuestro cine nada tiene que envidiar al cine internacional, tanto europeo como americano. Pues bien, hoy me he acordado de otra peliculilla española reciente que vi hace algunos sábados ya que la televisaron en el programa "Versión española". Se trata de "La Torre de Suso", una entrañable, sensible, emotiva y divertida película basada en la amistad, y sentí la misma sensación que cuando vi la película de Bollaín,  esa sensación de que de vez en cuando aquí hacemos cosas muy chulas.

"La Torre de Suso", es la ópera prima como director del hasta entonces guionista Tom Fernández, que decidió aparcar su labor como realizador de guiones para series televisivas como "Siete Vidas" para ponerse detrás de las cámaras, dirigiendo a dos de los protagonistas de la exitosa serie: Javier Cámara y Gonzalo de Castro, y con los que ha vuelto a repetir recientemente en la cinta "¿Para qué sirve un oso?" actualmente en cartelera.

Narra la historia de Cundo (Javier Cámara) un mujeriego ex yonqui que decide regresar de Argentina a su Asturias natal para acudir al entierro de uno de sus mejores amigos de juventud, Suso, fallecido a causa de una sobredosis. En su regreso a casa, se reencontrará con el resto de colegas de la pandilla: Fernando (Gonzalo de Castro), Pablo (José Luis Alcobendas), Mote (César Vea) y alguna de sus exnovias y amantes de antaño, como Rosa (Fanny Gautier) la novia a la que abandonó sin dar explicaciones al huir de su pueblo en busca de una vida mejor, lleno de ambición y que ahora está casada con su mejor amigo Fernando, y Marta (Malena Alterio), una curiosa y excéntrica examante a la que no recuerda en absoluto. Después de acudir al funeral de su amigo fallecido y de homenajearle como es debido, es decir, con una última juerga en la cabaña donde antiguamente se reunían todos, los cuatro amigos descubren que el sueño de Suso era el de construir una torre para "poder mirar las cosas desde arriba", por lo que deciden construirla entre todos, como un último homenaje a su amigo e incluso a su propia amistad, como si se tratara de la mejor excusa para volver a estar todos juntos de nuevo, la excusa perfecta para encontrarle un sentido a sus vidas, a pesar de los roces que pueda haber entre ellos a causa de tantos años distanciados, a pesar de las viejas rencillas y del desencanto y desolación que anida en las vidas de los cuatro amigos.

"La Torre de Suso", es una película sobre la amistad, sobre los reencuentros y las segundas oportunidades que te ofrece la vida. Todos los personajes destilan emotividad y cariño. Contar una historia dramática: La muerte de una persona por problemas con las drogas, y las difíciles vidas del resto de los protagonistas (la historia de Cundo, el papel principal, un hombre que huyó de su pueblo por ambición, para querer convertirse en un hombre de éxito y que vuelve reconvertido en un vendedor de pizzas, el matrimonio formado por su mejor amigo Fernando y su exnovia Rosa, enfrascados en una relación "casta" en la que predominan los miedos y la  desconfianza, la historia de su amigo Pablo, un minero que sale con la prostituta del pueblo, Esmeralda, con la que mantienen relaciones hasta algunos de sus amigos.. Y los padres de Cundo, maravillosamente interpretados por Emilio Gutierrez Caba y Mariana Cordero, un matrimonio asturiano donde él se pasa la vida en el bar y en el prostíbulo del pueblo mientras su mujer se queda en casa, recordando la difícil vida que ha tenido que llevar, con un marido que ni la mira y un hijo con un pasado problemático del que lleva sin saber casi diez años y del que ni si quiera sabía que había sido padre...) Contar como digo, una historia dramática de vidas desencantadas con un sentido del humor entre negro y entrañable y una sensibilidad emotiva que no raye el drama fácil o esperpéntico no es fácil, y Tom Fernández lo consigue magistralmente en ésta su primera película.

Con un aire muy de "cine indi", "La Torre de Suso", me recuerda a películas como "Full Monty" o "Lars y una chica de verdad", por esa combinación entre humor y drama costumbrista. Una película donde reina el optimismo a la par que la melancolía, una especie de "Cuenta conmigo" de adultos entrados en la cuarentena, una bonita reflexión sobre la amistad y lo que verdaderamente es importante en la vida en general: los amigos, el amor, la familia, tus orígenes...Que te deja con un buen sabor de boca y con la sensación de que pase lo que pase, se va a estar bien y que todo o casi todo, tiene solución mientras tengas a alguien cercano que te quiera y te ayude. Se trata además, de una crítica social y la representación de cómo las drogas y la pobreza marcó a toda una generación en una comunidad como la asturiana.

Una bonita historia agridulce para reflexionar, divertirse, emocionarse y descargar alguna que otra lagrimilla... Emotiva y sensible.

martes, 10 de mayo de 2011

Personajes Favoritos 3: Tracy (El Amor).

(Mariel Hemingway en "Manhattan"- Woody Allen 1977-).



Si hay una película que representa los conflictos internos que causan las relaciones sentimentales y el amor, que te provoca la mayor de las carcajadas y a la vez hace que te aflore la ternura, esa película, es para mí: Manhattan de Woody Allen. Y aunque me chiflan tanto los personajes del propio Woody como el de la entrañable neurótica pedante de Diane Keaton, si me tengo que quedar con uno sólo de esta película, elegiría, sin dudarlo, el de la joven Tracy, interpretada por Mariel Hemingway. Su dulzura y su amor sincero y adolescente hacia el cuarentón interpretado por Allen, su saber estar y su espontaneidad me han cautivado siempre al ver esta joya del excéntrico director.

En una historia marcada por las idas y venidas de adultos enfrascados en sus historias sentimentales de affairs, engaños, flechazos petulantes y neurosis de pseudolintelectuales, destaca ese pequeño y central personaje que es el de Tracy, cuya dulzura, ingenuidad y su forma de amar: clara e infantil, hacen que te plantees qué es lo que nos pasa a los seres humanos cuando cumplimos cierta edad y por qué muchas veces perdemos esa sincera y auténtica capacidad de amar, como la que siente la adolescente Tracy. Su personaje es el único que no se cuestiona nada acerca de lo que debe o no sentir, de lo que es mejor o peor para ella, y es muy significativo ver cómo el personaje más joven de la película es a la vez el más sensato y auténtico.
Ella se ha enamorado sin más y es la que enseña al resto (a nosotros) en qué consiste el verdadero amor.

Me encantan las escenas donde aparece ella: Su paciencia y sensatez al escuchar al excéntrico cuarentón de su novio, sus lágrimas de incredulidad y tristeza al escucharle como va a abandonarla por otra mujer y la escena final, cuando le dice a Isaac (Woody Allen) aquello de: "Son sólo 6 meses... Tienes que tener más fé en las personas". Y bien cierto que es.

"¿Por qué la vida merece ser vivida? Bueno, supongo que hay cosas que hacen que la vida merezca la pena vivirse. Por ejemplo,Groucho Marx y Willie Mays; y el segundo movimiento de la Sinfonía Júpiter; y la grabación de Potatohead blues por Louis Armstrong; y las películas suecas; y La educación sentimental de Flaubert; y Marlon Brando, Frank Sinatra, las fabulosas manzanas y peras de Cézanne, los cangrejos de Sam Wo, y el rostro de Tracy".

sábado, 7 de mayo de 2011

THEDA BARA (1885-1955): La enigmática VAMP.


Un puñado de secuencias de una sóla película y algunas fotos legendarias, son el único legado que poseemos de la que fue indudablemente la primera femme fatal del cine. Protagonista de más de 40 películas en poco más de 5 años entre 1915 y1919, Theda era el contrapunto de otra actriz mítica de los comienzos del celuloide, Mary Pickford, ya que mientras ésta representaba la encarnación de la pureza y la ingenuidad de las dulces chicas victorianas, Theda Bara era la personificación del misterio, la sexualidad y la muerte.

A pesar de su imagen gótica y sensual y de representar la perdición de los hombres, Theda Bara era en realidad una mujer muy tímida que se transformaba en una vampiresa de bailes sensuales en pantalla. Desde el principio, la enigmática Theda fue un producto bien diseñado por uno de los primeros grandes realizadores del cine: William Fox (el creador de la famosa productora que lleva su mismo apellido) que transformó a la tímida bailarina de robusta figura y rasgos varoniles en toda una bomba sexual, llegando a ser la tercera figura cinematográfica más famosa de la época, detrás de su contemporánea compañera Pickford y el actor, Charles Chaplin. El productor, decidido a convertirla en una diosa de la gran pantalla, impregnó de misterio la biografía de la actriz, hasta tal punto, que aprovechó sus orígenes árabes (sus antepasados fueron egipcios) para presentarla ante el público como una divinidad árabe cuyo nombre Theda Bara consistía en un anagrama de Arab Death (muerte árabe) que provenía de lejanas y sensuales tierras desérticas para hacer las delicias sexuales de los hombres, a la vez que la consideraba una especie de mantis religiosa del espectáculo, cuando en realidad Theda, cuyo verdadero nombre era Theodossia, no era más que una bailarina nacida en la norteamericana ciudad de Coneccticut en 1885.


Algo robusta para los cánones de belleza de la época, morena de cabellos enmarañados y rasgos toscos, no era para nada, el prototipo de actriz hermosa y seductora. Tampoco fué una ventaja sus tres décadas de vida a las espaldas, cuando rodó su primera película de éxito en 1915. Pero, sin duda, ninguno de estos factores supusieron un hándicap para que Theda brillara en la pantalla, si no todo lo contrario, precisamente sus especiales encantos y una evidente carencia de pudor impropia de esos años, ya que solía salir prácticamente desnuda en la mayoría de sus películas, cubriendo su cuerpo únicamente con sutiles velos y acompañando sus actuaciones con guiños sexuales y seductores, fueron sus aliados a la hora de convertirse en una reina del séptimo arte.

Su imagen de mujer fatal fue explotada al máximo durante la segunda década del siglo XX, traspasando la gran pantalla. A partir de 1920 sus apariciones fueron disminuyendo hasta desaparecer, debido a que la nueva década demandaba otro tipo de actrices, más alejadas de la imagen de diablesa oscura de Theda y más acordes con el carácter alegre y despilfarrador de esos desmadrados años.

Entre sus películas más importantes destacan "Carmen", "Madame Bubarry"o "Destruction", fué además, la primera actriz en encarnar a "Cleopatra" en 1917 o a "Salomé" en 1918, personajes que años después interpretarían las míticas Elisabeth Taylor y Rita Hayworth respectivamente. Después de interpretar algún papel menor durante los años 20 y de probar sin éxito suerte en el teatro, Theda decidió retirarse completamente del cine. Sus apariciones en público en las siguientes décadas fueron escasísimas. Falleció en 1955 a causa del cáncer.

Olvidada durante muchos años, desaparecidas todas y cada una de las copias realizadas de sus películas, salvo alguna solitaria secuencia, debido a las delicadas y perecederas técnicas cinematrográficas de los comienzos del cine (las películas se realizaban en nitrato de plata, por lo que su calidad era mínima y apenas sobrevivieron a un par de décadas), la figura de Theda Bara es hoy día todo un símbolo de culto, un mito, una leyenda engrosada por los pocos recuerdos que se conservan de ella, en los se muestra a una mujer verdaderamente exótica y original, donde observamos un erotismo magnético que incluso nos cuesta relacionar con el estilo romántico y sobrio de la época, aumentando la leyenda de la actriz de los profundos y tristes ojos negros, de las curvas sinuosas que se fotografiaba desnuda junto a esqueletos y cuya imagen aún conserva el magnetismo sensual que la llevó a la cumbre del cine hace casi cien años.


Filmografía selecta:

"Carmen" 1915.
"Destruction" 1915
"Romeo y Julieta" 1916
"Carmen" 1917
"Salomé" 1918

"Estoy condenada a seguir haciendo papeles de vampiresa durante toda mi vida. Creo que es porque la humanidad necesita que le repitan la misma lección de moralidad una y otra vez."

LAS DIABÓLICAS.


Título Original: Les Diaboliques.
País: Francia.
Director: H.G. Glouzot.
Reparto: Simone Signoret, Vera Clouzot, Paul Meurisse.
Género: Suspense.

Película francesa del año 1955 y dirigida por Henri George Clouzot, cuenta la historia de dos mujeres, la esposa y la amante del director de un colegio privado que, cansadas de sus maltratos y su despotismo, deciden asesinarle. 

Una de las mejores películas de suspense y terror psicológico de la historia del cine, muy adelantada para su época, sobre todo por la curiosa y liberal relación que mantiene el trío protagonista: La esposa, directora y profesora del centro, una mujer emocionalmente frágil y enferma del corazón que no se atreve a divorciarse de su marido por sus fuertes convicciones religiosas, a pesar de tener que soportar no sólo la relación que éste mantiene con su amante si no, además, su continua tiranía. La amante, también profesora del centro y mujer igualmente maltratada por el director pero que demuestra tener más entereza y claridad de ideas que su compañera y el director, un hombre malvado y egoísta que no hace más que aprovecharse a su antojo de las dos mujeres. 

“Las diabólicas” es, probablemente, una de las películas más influyentes en su género, debido sobre todo, a las continuas vueltas de tuerca de la trama, una manera de rodar mil veces copiada en el cine de terror de las últimas décadas. Una historia que te atrapa desde el primer momento y no decae en todo su metraje, a pesar de que su desenlace pueda resultar previsible a medida que avanza la película. Buenas interpretaciones de las dos mujeres protagonistas, sobre todo de Simone Signoret que interpreta el papel de la amante y simpáticos secundarios (aunque el del detective parece un poco metido con calzador por aquello de que alguien resuelva el enigma). Quizás el personaje de la esposa sea el que peor ha envejecido de todos, debido a su carácter sumiso, pero hay que entender que la película tiene más de cincuenta años. 

Atmósfera inquietante, cadáveres “fantasmas” y giros inesperados, con un menage a trois de lujo. Para amantes del cine de suspense a lo Hichtcock. Qué bueno es el cine francés de esa época!!! Un clásico imprescindible. 

En 1995, se filmó en EEUU, el remake de esta película, con Sharon Stone, Isabelle Adjani y Kathy Bates en los personajes principales. Remake que salvo por el aire lésbico entre las protagonistas y un final exagerado de traca, no aportó nada nuevo.

El momento: Hay muchos momentos memorables en esta película: El momento de la piscina, el de la bañera y sobre todo la escena final, que te deja sobrecogido y sorprendido. 

La frase: Dejo el mensaje final de los títulos de crédito, me hizo gracia como intentaban que el “boca a boca” no estropeara el sorpresivo final: 

"¡No seáis diabólicos! No destruyáis el interés que vuestros amigos puedan tener de esta película. No contéis nada de lo que habéis visto. Os damos las gracias de su parte.