LA BODA DE MURIEL

  "Eres mala, Muriel..."

 Título original: Muriel´s wedding
 País: Australia.
 Director: P. J. Hogan.
 Reparto: Toni Collete, Rachel Griffiths, Bill Hunter.

Muriel vive en un pequeño pueblo australiano. Es poco agraciada, con problemas de peso, tímida y rara, no estudia, no trabaja, vive bajo la influencia negativa de su familia y de sus “amigas”. Su vida consiste básicamente en escuchar canciones de Abba y soñar con casarse algún día. Hasta que decide cambiar y dejar su pueblo atrás junto a una ex compañera de instituto con la esperanza de llegar a triunfar en la vida.

Tragicomedia ácida y algo delirante, “La Boda de Muriel” fue uno de esos pequeños grandes descubirmientos de mediados de los años noventa. Aunque tiene una apariencia horterilla y de película tonta de la clásica historia del patito feo, en el fondo esconde una crítica mordaz sobre el concepto del éxito en la sociedad y de cómo puede influir el entorno en la autoestima de las personas.Tony Collete ( la sufrida madre del niño de “El Sexto Sentido”) interpreta a Muriel, una chica que vive acorralada dentro de un pueblo asfixiante, repleto de gente superficial y vacía. Sus amigas la desprecian, se avergüenzan de ella por no considerarla moderna ni guapa ni estilosa como ellas y su familia, concretamente su padre, la humilla y la minusvalora constantemente. Ella sueña con casarse, simplemente porque considera el llegar a tener pareja como el summun del éxito personal. Aspira a ser como sus amigas, apesar de saber que se guían por las apariencias, porque son el único referente que tiene a su alcance, el único espejo en el que reflejarse.

“La boda de Muriel” no sólo se queda en una comedieta boba al uso con personajes esteriotipados, cuenta una historia de crecimiento personal, de amistad y de dignidad. En ella se conjuga a la perfección la comedia más alocada acompañada por las canciones más conocidas de Abba, con el drama, haciéndote reir y llorar a partes iguales; la historia de la madre, una mujer enferma ninguneada y maltratada por el marido es tristísima, consigue que se te congele la sonrisa en varias ocasiones.

A veces películas como ésta, sencillas y sin pretensiones consiguen hacer pensar bastante. Es una de mis películas favoritas, siempre que la reponen en la tele la veo, me ayuda a ver como en ocasiones las personas nos dejamos pisotear de mala manera por las opiniones de los demás, por las simples apariencias, sin darnos cuenta que podemos llegar a ser los verdaderos reyes del baile como la Dancing Queen de Abba.

El director de la misma es Paul J. Hogan, realizador australiano que después del éxito de esta película viajó a Hollywood para convertirse en un de los directores de comedias románticas más solicitados de finales de los noventa, gracias entre otras, a la archiconocida “La boda de mi mejor amigo” con Julia Roberts.