El cine visto desde dentro, desde la tragedia o el amor incondicional, visto como arte, como fábrica de sueños y de pesadillas, como espectáculo o como forma de vida. Sea como sea, la propia industria cinematográfica ha sido y es, un espejo donde se refleja ella misma, mostrando la doble cara de una misma moneda: la tragedia y el éxito de una profesión tan apasionante y mágica, como traidora y aprovechada.
"En Hollywood te pueden pagar 1000 dólares por un beso, pero sólo 50 centavos por tu alma" dijo en una ocasión la diva del cine, Marilyn Monroe, actriz que disfrutó en sus propias carnes el éxito más absoluto, a la vez que se convertía en víctima de una industria que la devoraba, que la perseguía y ridiculizaba con el chantaje de la fama y el glamour. No fué la única, si no una más de una larga lista de actores, actrices, directores y demás miembros del star system, que no supieron o no pudieron escapar del laberinto del complejo mundillo hollywoodiense. Hollywood es, además, un mundo que adora la belleza, el éxito y la juventud, pero que castiga relegando al más absoluto olvido a aquellas estrellas a las que el tiempo les robó la luz.
"El crepúsculo de los Dioses" de Billy Wilder (1950), reflejaba precisamente ese olvido de las estrellas de antaño por parte de Hollywood. En ella. Gloria Swamson, encarnaba a la mítica Norma Desmond, una madura actriz que en su juventud había sido una de las estrellas más importantes de Hollywood, pero que a medida que los años iban pasando e iban apareciendo nuevas actrices y formas de rodar, poco a poco se había ido quedando en el baúl de los recuerdos del cine. Norma Desmond recurre a Joe Gillis (William Holden), un mediocre guionista, para que le corrija un guión escrito por ella misma, con el que quiere volver a ser contratada en Hollywood y quién, perseguido por sus acreedores, accede a ayudarla a pesar de descubrir el desequilibrio mental en el que se encuentra la ex actriz, su extravagancia y el histrionismo ridículo en que se ha sumido, en su lucha interna por no asumir que jamás volverá a ser querida en una industria que ya ni si quiera la recuerda .
Un clásico del cine, realizado por el maestro Billy Wilder, que supone uno de los dramas más amargos y una de las críticas más ácidas realizadas a la fábrica de los sueños de Hollywood. Gloria Swamson está fantástica en esta película, que supuso (cómo su personaje pretendía en la ficción), su regreso a la gran pantalla, después de haber vivido un esplendoroso éxito durante la época del cine mudo. Además, la película se desarrolla mediante una narrativa innovadora en el cine hasta entonces y muy, digamos, literaria, ya que comienza con la escena del cadáver del protagonista nadando en la piscina de la mansión de la antigua Diva, mientras que la voz en off del propio personaje comienza a contar su experiencia, relatando la historia desde el principio hasta concluir en ese trágico final, sabiendo desde esta primera escena que la película acabará en tragedia, sin que ello suponga una pérdida de interés de la misma para el espectador, si no todo lo contrario: te atrapa desde el primer momento. Es uno de los mejores dramas de Billy Wilder y uno de sus films más redondos.
de Robert Aldrich (1962)
es otra majestuosa película, cruda y desoladora que aborda el tema del lado más oscuro y afilado de Hollywood. Narra la vida de dos hermanas ya entradas en la madurez, ex actrices ambas que han tenido trayectorias cinematográficas totalmente diferentes y a las cuales les une la vejez lejos de los focos de antaño y unos celos que llegan a la locura . Mientras que Blanche (Joan Crawford), ha disfrutado en su vida de adulta del éxito y el reconocimiento cinematográfico, su hermana Jane (Bette Davis) disfrutó de esa fama a una edad demasiado precoz, creciendo a la sombra del éxito de su hermana, a la cual odia por considerar que le arrebató el protagonismo. Ahora, en la vejez, Jane tiene que cuidar de su hermana Blanche, al quedar ésta paralítica a causa de un accidente de coche. La locura y los celos de una Jane anclada en el pasado, harán que Blanche viva una auténtica pesadilla.
Un auténtico duelo actoral de dos "monstruos" de la interpretación, Bette Davis y Joan Crawford, enemigas a muerte dentro y fuera de la pantalla. El odio que se profesaban mutuamente ayudó a crear a estos personajes viscerales y míticos. Al igual que le sucedió a Gloria Swanson cuando fue seleccionada para "El crepúsculo de los Dioses", Bette Davis estaba prácticamente retirada del cine cuando Robert Aldrich la rescató para encarnar a su Baby Jane, según se cuenta, incluso la propia actriz había puesto un anuncio en los periódicos de Hollywood solicitando trabajo y gracias a esta película consiguió su décima candidatura al oscar a la mejor actriz en 1962.
"Cuativos del mal" de Vicente Minelli (1952), se trata de uno de los mayores melodramas jamás realizados sobre los entresijos de Hollywood. Peliculón del año 1952, repleto de viejas glorias como Kirk Douglas, Lana Turner o Gloria Graham (la cual se llevó el óscar a la mejor actriz secundaria por esta película), cuenta la historia de un fracasado ex productor de cine (Kirk Douglas), que tras años de haber estado en la cumbre y haber caído en desgracia debido a su tiranía, decide volver al mundo del cine solicitando la ayuda de aquellos de los que se aprovechó cuando estaba en la cima: un director (Barry Sullivan), una actriz de éxito (Lana Turner) y a un guionista ( Dick Powell). La vuelta al ruedo no será fácil, como tampoco lo será recuperar la amistad y confianza de sus antiguos compañeros.
"Cautivos del mal" es problamemente la mejor película que se ha realizado sobre el funcionamiento interno de la mayor industria del cine, así como las complicadas relaciones que se mantienen entre sus protagonistas: la ambición, la falta de escrúpulos por conseguir reconocimiento y éxito, puede ayudar a subir como la espuma, pero también a caer en picado, sobre todo cuando aquellos de los que uno se aprovechó se niegan a tenderle la mano cuando más lo necesita. Una película casi redonda (con dos de las "femme fatal" más luminosas de la época: Turner y Graham) de no ser por un final poco (o nada) creíble en relación con el resto de la historia.
"Mulholland Drive" de David Lynch (2001), también refleja la pesadilla en que puede convertirse Hollywood, cuando no tienes la suerte de estar en el momento adecuado ni en el lugar correcto. En esta película, la protagonista Betty/Diane (Naomi Watts) soñaba con ser una actriz de éxito en Hollywood, mientras ayudaba a una misteriosa mujer annésica, Rita (Laura Helena Harring) a encontrar su verdadera identidad. Al final, nada es lo que parece, y la que en principio parecía cosechar más éxito, resulta ser la que más ha fracasado debido al desamor, a la obsesión y a las traiciones de su compañera de reparto.
Una muy buena película, buen ejemplo del típico cine onírico de David Lynch, sobre todo por la forma de contar y complicar una historia muy sencilla en apariencia. (ver crítica de "Mulholland drive" en este mismo blog.)
"El aviador" de Martin Scorsese (2004), biopic sobre la vida del que fuera uno de los productores más poderosos de Hollywood: Howard Hughes, interpretado por Leonardo Di Caprio y lleno de actores del momento encarnando a las estrellas que en su día rodearon la vida del magnate. Un retrato bastante fiel de la increíble vida de Hughes: su pasión por la aviación, sus relaciones con la multitud de amantes-actrices a las que llevó a alcanzar la fama, los excesos y escándalos que poblaron su trayectoria y su final excéntrico, enfermo y obesivo que le llevó a protagonizar una de las muertes más surrealistas e increíbles de Hollywood. Sin embargo, y a pesar que la película entretiene y es, como digo, bastante fiel a la realidad, no consigue enganchar del todo y al final puede resultar cansina o tediosa. Quizás sea porque uno no consigue visualizar del todo a las estrellas de ahora encarnando a las glorias de antaño; ver a Di Caprio como Hughes, a Cate Blanchet nada menos que como a la gran katherine Hepburn o a la insípida Kate Beckinsale como "el animal más bello del mundo": Ava Gadner, resulta difícil y lejano. Por ello, será que la película no termina de cuajar o de envolver al espectador y se queda en un simple homenaje al cine clásico.
Otros dramas que tratan sobre el Hollywood visto desde dentro, son:
CONTINUARÁ...
(2º parte: POR AMOR AL CINE)
