Título original: The impossible.
País: España.
Director: Juan Antonio Bayona.
Reparto: Naomi Watts, Ewan Mcgregor, Tom Holland, Geraldine Chaplin, Marta Etura, Oaklee Pendergast, Samuel Joslin.
Género: Melodrama, catástrofe.
Por fin he podido ver la que ya es la película más taquillera de la historia del cine español, Lo imposible, basada en la increíble historia de una familia española que sobrevivió al tsunami que arrasó las costas de Tailandia en la Navidad del año 2004.
Dirigida por Juan Antonio Bayona, que vuelve a ponerse tras la cámara más de cuatro años después de su exitoso debut en 2007 con El Orfanato, Lo imposible ha sido y sigue siendo un éxito sin precedentes en España, gracias a una abrumadora publicidad y a un marketing implacable que ha bombardeado la cadena de televisión Telecinco durante meses y también en el resto de los países donde se ha proyectado la película.
La idea de llevar al cine esta fascinante historia surgió cuando en el año 2007, la productora Belén Atienza, escuchó en el programa de radio de Lo que yo te diga de la Cadena Ser, la historia de María Belón, una madrileña que narraba en primera persona su desgarradora experiencia. Si increíble ya sólo es el hecho de sobrevivir uno mismo ante semejante tragedia, más increíble es que sobrevivieran todos y cada uno de los miembros de una familia: María, su marido Enrique y sus tres hijos, Lucas, Tomás y Simón. Belén Atienza y Juan Antonio Bayona quedaron impresionados ante la narración de María y éste último no dudó en rechazar cuantas ofertas se le presentaran, para hacer todo lo posible por convencer a la familia Belón de llevar su historia a la gran pantalla.
La película se trata, por tanto, de una recreación de lo que ocurrió en aquellos días desde que una inmensa ola engulló literalmente el paradisíaco resort tailandés donde la familia se encontraba descansando, hasta el momento de su reencuentro producido más de 48 horas despúes. Para darle un toque internacional a la película y así llegar a un público más amplio, Bayona eligió a consagrados actores ingleses para encarnar a la familia Belón. Así, Naomi Watts encarna a María Bennet y Ewan Mcgregor a Henry Bennet, su marido. Ambos están fantásticos en sus papeles, sobre todo la gran Naomi, que junto al adolescente Tom Holland, quién interpreta al hijo mayor de los Bennet-Belón, Lukas, protagoniza la mayor parte de la tragedia. Destaca también la interpretación de este último, que ya había demostrado su madera como actor en el musical de Billy Elliot. Y las breves intervenciones de Geraldine Chaplin y Marta Etura.
Lo más sorprendente y logrado de la película, desde mi humilde punto de vista, es su potente arranque, con esa magnífica y aterradora recreación de la gran ola arrasando con todo (algo que ya había plasmado Clint Eastwood en Más allá de la vida) y la desesperada y angustiosa supervivencia de María y su hijo Lukas, desconcertados y aterrados ante el fatalismo que les rodea. La primera mitad, por tanto, es inmejorable, pero a partir de la escena del hospital, para mí, la película empieza a perder fuerza, sobre todo, con la vuelta del personaje de Henry, en donde se echa de menos un poco más de profundidad.
Según María Belón, la película recrea perfectamente lo vivido por ella y su familia, con algunas licencias de guión, como el reencuentro entre el padre y los hijos, que en realidad se produjo de una manera totalmente diferente a como muestra la película. He leído en muchas críticas que lo peor de esta cinta en su reiterada sensiblería y búsqueda de lágrima fácil por parte del director, con trampas de guión y música sensiblona y machacona. Por mi parte, si bien es verdad que podría haberse prescindido de algunas escenas algo cursis, no tengo nada que objetar ante el resultado global del melodrama, porque ante todo, Lo imposible es un melodrama familiar donde prima el sentimiento de pérdida de los seres más queridos, la familia, y por tanto, su objetivo es buscar la emoción del espectador. Tampoco comparto lo dicho por muchos sobre la supuesta crueldad de algunas imágenes, ¿de verdad la gente se ha mareado y ha necesitado asistencia sanitaria a la salida del cine por ver esta película? Más bien creo que eso es cuento de marketing, porque sinceramente, quitando un par de escenas desagradables, la película me parece muy blanca en ese sentido, cosa que se agradece al director, ya que cualquier otro se hubiera recreado en mostrar cadáveres y horror, algo innecesario para la temática de esta película, que como vuelvo a decir, no se trata más que de un drama familiar ( desarrollado en un escenario trágico), no de un documental sobre los efectos desvastadores de un tsunami.
La película, ofrece lo que promete desde su exagerada publicidad: espectáculo más emoción. A mi entender, se trata de una historia mucho más lograda que El Orfanato, la cual me decepcionó sobremanera. Si hay algo realmente en contra de Lo imposible, es que está basada en una historia real, la cual engancha más que la propia película, aunque por otro lado, seguramente, si no hubiera una "true story" detrás, hubiera tenido muchísimo menos éxito.
Sin ser la octava maravilla y sin aportar en realidad nada nuevo al panorama cinematográfico, Lo imposible emociona y entretiene. Más que suficiente.
Lo más sorprendente y logrado de la película, desde mi humilde punto de vista, es su potente arranque, con esa magnífica y aterradora recreación de la gran ola arrasando con todo (algo que ya había plasmado Clint Eastwood en Más allá de la vida) y la desesperada y angustiosa supervivencia de María y su hijo Lukas, desconcertados y aterrados ante el fatalismo que les rodea. La primera mitad, por tanto, es inmejorable, pero a partir de la escena del hospital, para mí, la película empieza a perder fuerza, sobre todo, con la vuelta del personaje de Henry, en donde se echa de menos un poco más de profundidad.
Según María Belón, la película recrea perfectamente lo vivido por ella y su familia, con algunas licencias de guión, como el reencuentro entre el padre y los hijos, que en realidad se produjo de una manera totalmente diferente a como muestra la película. He leído en muchas críticas que lo peor de esta cinta en su reiterada sensiblería y búsqueda de lágrima fácil por parte del director, con trampas de guión y música sensiblona y machacona. Por mi parte, si bien es verdad que podría haberse prescindido de algunas escenas algo cursis, no tengo nada que objetar ante el resultado global del melodrama, porque ante todo, Lo imposible es un melodrama familiar donde prima el sentimiento de pérdida de los seres más queridos, la familia, y por tanto, su objetivo es buscar la emoción del espectador. Tampoco comparto lo dicho por muchos sobre la supuesta crueldad de algunas imágenes, ¿de verdad la gente se ha mareado y ha necesitado asistencia sanitaria a la salida del cine por ver esta película? Más bien creo que eso es cuento de marketing, porque sinceramente, quitando un par de escenas desagradables, la película me parece muy blanca en ese sentido, cosa que se agradece al director, ya que cualquier otro se hubiera recreado en mostrar cadáveres y horror, algo innecesario para la temática de esta película, que como vuelvo a decir, no se trata más que de un drama familiar ( desarrollado en un escenario trágico), no de un documental sobre los efectos desvastadores de un tsunami.
Sin ser la octava maravilla y sin aportar en realidad nada nuevo al panorama cinematográfico, Lo imposible emociona y entretiene. Más que suficiente.