País: España.
Director: Luis Buñuel.
Reparto: Catherine Deneuve, Fernando Rey, Lola Gaos, Franco Nero.
Después de su etapa mexicana en la que rodó, entre otras, "El Ángel Exterminador", Luis Buñuel volvió a España, donde realizó esta injustamente calificada obra menor dentro de su filmografía, en ciudades como Toledo, Madrid y Alicante en 1970. Basada en la novela homónima de Benito Pérez Galdós, "Tristana" (una de las obras de Galdós que Buñuel adaptó para el cine, junto a Viridiana, Los Olvidados o Nazarín) es una muy lograda película que supone una crítica a la sociedad machista, católica e hipócrita de finales del siglo XIX y principios del XX.
Tristana (Catherine Deneuve), una joven que ha quedado huérfana, es encomendada por su madre, en su lecho de muerte, a Don Lope (Fernando Rey) un burgués don Juan venido a menos que vive sólo con su sirvienta (Lola Gaos) y que convertirá a la muchacha en su hija y en su amante. Pero con el paso del tiempo, Tristana conocerá a un pintor bohemio, Horacio (Franco Nero) con el que decidirá comenzar una nueva vida lejos de su casa y de Don Lope. Hasta que una grave enfermedad por la que queda coja y la falta de dinero le hacen regresar a casa del anciano, muy a su pesar, aunque Tristana ya no es la joven inocente de antaño, sino una mujer fría y distante a la que las experiencias de la vida, le han dejado huella.
Buñuel recrea en Tristana, la realidad costumbrista de la sociedad española de principios del siglo XX. El sexo y la religión vuelven a ser temas fundamentales en esta película, no en vano, constituyen dos de las temáticas favoritas del director español.
Desde mi punto de vista, la hipocresía social es el tema principal de la película, la cual supone una ácida crítica a esa hipocresía de la sociedad de antaño que aún continúa hasta nuestros días en torno al abuso sexual y de poder al que han estado sometidas las mujeres durante tanto tiempo, así como al beatismo rancio de las costumbres y moralidades católicas de la época.
Don Lope es, aparentemente, un hombre liberal, anticlerical y anarquista, cuya liberalidad no supone más que un arma de doble filo, un velo tras el cual oculta su verdadera cara, utilizando a Tristana a su antojo, como un padre o como un amante, según le conviene en cada momento, aunque de cara a la galería, al resto del mundo, se presenta como si fuera un buen padre "adoptivo", haciéndose partícipe de la doble moral que tanto critica en pro de su liberalidad. La película dibuja con ironía la paradoja que supone el que Don Lope sea considerado un caballero burgués, cuando en realidad, apenas le quedan bienes propios de su clase social y cuyo deterioro físico y de carácter va progresando a lo largo de toda la trama, terminando por ser un personaje caricaturesco, un "caballero" que en realidad no es más que un viejo con aires de grandeza y mucha dosis de apariencias, un enfermo al que Tristana tiene que cuidar y que se muestra amable con los clérigos de los que antaño renegaba, compartiendo con ellos las tardes de invierno junto al brasero. Por otro lado, el personaje de Tristana también va desarrollándose a lo largo de la película, pasando de ser una joven ingenua, de la cual Don Lope se aprovecha, una marioneta manejada al antojo de su "cuidador", a convertirse en una mujer fría y ausente, incluso hasta físicamente, yendo desde el aspecto físico más tierno e infantil hasta el de una mujer con unos rasgos mucho más rígidos y maduros que muestran su amargura y fuerza al haber tenido que soportar la sumisión durante todos los años vividos al amparo de Don Lope.
La personal forma de rodar del director aragonés también queda patente en esta película, si bien, el surrealismo simbólico típico de sus obras no es tan frecuente en esta historia, existiendo, no obstante, ciertas ráfagas del mismo, manifestado sobre todo, en los sueños de Tristana en los que se representa la muerte de su cuidador. Así como el sutil erotismo que envuelve la relación entre la joven y el viejo, que sin mostrar nada explícitamente manifiesta esa relación paternosexual entre ambos, causa fundamental del cambio de carácter de la protagonista.
Tristana, es sin duda una historia dura contada majestuosamente con un sencillo realismo cotidiano. Una joya del cine español.
"Yo soy tu padre y tu marido y hago de uno u otro según me convenga"
2 comentarios:
creo que una de las mejores películas que vi en la adolescencia y que marcó profundamente mi vida y mis desiciones de elgir siempre lo bello y lo bueno, para poder mantener ahora a los 62 años la expresión que hace que pueda transmitir paz a quienes necesitan de ella.
woooou! muchas gracias por tu comentario, Graciela. Sin duda, es muy acertado y sabio.
Un saludo, gracias por pasarte por aquí.
Publicar un comentario