jueves, 3 de noviembre de 2011

HISTORIAS DE DESAMOR (2): FLORES ROTAS.


Título original: Broken Flowers.
País: USA.
Director: Jim Jarmush.
Reparto: Bill Murray, Jeffrey Wright, Sharon Stone, Frances Conroy, Jessica Lange, Tilda Swinton.
Género: Drama.

"Broken Flowers"... No hay palabras mejores para titular esta película y definir la historia de su protagonista, Don Johnson (Bill Murray), un hombre de mediana edad, antaño Don Juan empedernido al que su última novia le ha dado puerta sin darle muchas explicaciones, simplemente ha decidido abandonarle. Estando apático y desencantado con la vida y el amor, recibe inesperadamente una misteriosa carta rosa escrita por una de sus ex amantes. Breve y concisa, en ella, la misteriosa autora, le confiesa que al poco tiempo de romper con él, veinte años atrás, descubrió que estaba embarazada de un hijo suyo y que éste, pasados tantos años, ha decidido emprender un viaje a lo mochilero para encontrarle y conocerle. Algo estupefacto y animado por su peculiar amigo Winston (Jeffrey Wright), Don iniciará un viaje para reencontrarse con aquellas ex novias con las que estuvo dos décadas antes y así descubrir, quién de ellas es la madre de su hijo. Con un mapa en una mano y un ramo de flores rosas en la otra (siguiendo el consejo de su amigo de "a las mujeres les encantan las flores") el desilusionado Don Juan, visitará a cada una de estas extravagantes y queridas mujeres de su vida: Laura (Sharon Stone), Dora (Frances Conroy), Carmen (Jessica Lange), Penny (Tilda Swinton) y la tumba de la fallecida Michelle; reviviendo así momentos pasados y viendo cómo los años han cambiado a todas ellas e incluso a sí mismo.

Bonita y minimalista, Jim Jarmush, dirigió esta historia de desamor de un soltero empedernido al que la madurez le ha arropado con una manta de melancolía y desilusión. Como ya hiciera en "Lost in Traslation" de Soffía Coppola, Murray vuelve a utilizar sus mejores recursos para reencarnar a su apático personaje. Pocos diálogos, secuencias largas y pausadas y una original y selecta banda sonora, fueron suficientes para dibujar esta nostálgica historia. Tantas mujeres, tantos amores, tantos momentos pasados vividos, tantos recuerdos, para acabar sintiendo apatía y soledad. Quizás ese hijo que le busca sea la cura perfecta para que Don vuelva a sentir ilusión por la vida...

¿Acaso no es desamor el sentir que ya no hay nada, que tan sólo quedan recuerdos? Cómo díce la canción de  The Greenhornes: Siempre hay un final...Bonita.

1 comentario:

Lo que Coppola quiera: Blog de cine dijo...

Me gustó esta película. Y la banda sonora también.
Saludos, Eduardo.