TESS

Título original: Tess.

País: Francia/ Reino Unido.

Director: Roman Polanski.

Reparto: Nastassia Kinski, Peter Flirth, Leigh Lawson.

Género: Romance, drama de época.

Probablemente, Tess sea la película menos "polanskiana" de todas las que conforman la filmografía de Polanski. Basada en la novela de Thomas Hardy  Tess, la de los d´Urberville, la película, rodada en 1979 (la primera realizada tras el desagradable escándalo  que su director protagonizó en Hollywood dos años antes) es  un melodrama clásico al más puro estilo David Lean, totalmente alejada del  resto de películas oscuras y psicológicas a las que siempre nos ha acostumbrado Polanski.

Así nos presenta en Tess, una historia triste, muy triste, llena de desencanto pero a la vez rebosante de sensibilidad y pureza. La desdichada vida de una joven inglesa campesina de la época victoriana, protagonizada por una jovencísima Nastassia Kinski, (tan solo tenía 16 años), que es enviada por sus padres a la casa de los d 'Urberville, acomodados burgueses con los que creen mantener lazos familiares, para tratar de recibir tratos de favor de su parte. Allí, la cándida niña será seducida por su "primo" (Leigh Lawson) quedando embarazada. Tras esta desagradable experiencia, decidirá seguir su vida alejada de un mundo que le ofrece bienestar y posición social a cambio de vender su libertad y su alma. Pero Tess ya estará marcada de por vida en una sociedad donde la mujer deshonrada, sólo podía aspirar a la desdicha.

La película, de casi tres horas de duración, es un ejercicio de precisión y pura belleza, todo un melodrama donde destaca la presencia de una carismática Nastassia Kinski, espléndida en un papel complejo, ya que es en ella donde recae todo el peso interpretativo del film y muestra un gran abanico de sentimientos y emociones, como timidez, retraimiento e inocencia y a la vez dureza y valentía, porque a pesar de todos los infortunios que azotan la juventud de Tess,  ésta intenta seguir adelante, conservando sus principios de mantenerse alejada de un mundo donde prima la corrupción y la apariencia pero vacío de auténtico amor y dignidad. Su historia de amor con Angel (Peter Flirth)  es una de las más tristes que jamás he visto en el cine, en la que se puede observar como en aquella época, una mujer deshonrada estaba destinada a la soledad o a vivir mintiendo debido al machista pensamiento de entonces, tan arraigado en valores religiosos y tradicionales y que podemos seguir encontrando, por desgracia, aún hoy día, en tantas partes del mundo.

También destaca la preciosa fotografía, la recreación de la sociedad campesina inglesa de finales del siglo XIX (gran parte de la película fue rodada en Francia) y ese casi místico final rodado en las ruinas prehistóricas de Stonehenge, Inglaterra. Además, el ritmo pausado clásico de los films de Polanski ayuda a engrandecer esta obra y a conocer el interior del personaje de Tess, lleno de dolor y a la vez de bondad y sinceridad.

Tess, supuso para mí todo un descubrimiento dentro de la filmografía de un director del cual pensaba conocerlo todo y que creía que ya no podría sorprenderme mucho más. Me equivoqué.

"La belleza tiene un precio"