(Double Indemnity- Billy Wilder 1944)
Esta semana he tenido la oportunidad de ver esta gran película en pantalla grande, Double Indemnity (Perdición) de Billy Wilder, una de sus mejores películas y una de las obras cumbres del cine negro.
La película arranca con la secuencia de un coche circulando a toda velocidad en la oscuridad de la noche, del que se apea un hombre taciturno, sudoroso y malherido, entrando en unas oficinas donde decide confesar a través de un magnetófono, el crimen que ha cometido, por un puñado de dinero, y sobre todo, por una mujer. Una seductora hembra de pelo platino, gafas de sol y pulsera en el tobillo, de cuyo tintineo, Walter Neff (Fred MacMurray) nuestro desdichado protagonista, se ha enamorado irremediablemente, como un desgraciado marinero atrapado mortalmente por un canto de sirena. A partir de entonces, Walter nos adentra en su historia, la de un vendedor de seguros, soltero y carismático que tras conocer a la mujer de su próximo cliente, Phyllis Nirdlinger (Barbara Stanwyck), cae rendido a sus encantos y decide ayudarla a perpetrar el asesinato de su marido, para poder repartirse ambos el dinero del seguro. Pero Walter no sabe que acaba de conocer y enamorarse, nada menos que de una de las grandes Femme Fatales que ha dado la historia del Cine, que esconde un turbio pasado de crímenes, amantes y avaricia sin límite.
En una entrevista realizada al director Woody Allen, éste afirmó, que de todas las películas que había visto en su infancia, escogía como favorita a Double Indemnity de Billy Wilder porque posee todas las características de una película clásica de los años 40: "rodada en blanco y negro, con réplicas rápidas, diálogos ingeniosos y brillantes y un argumento típico de la era dorada de Hollywood. Además salen Edward G. Robinson, Barbara Stanwyck y Fred MacMurray y la voz en off es de lo más intensa. Es la mejor obra de Wilder y una de las mejores películas que se hayan hecho nunca". De hecho, se puede comprobar el amor de Woody Allen por esta película, ya que en varias de sus películas le rinde un homenaje, como en Delitos y faltas, donde es una de las películas que su personaje va a ver al cine acompañado por su sobrina.
De la película de Wilder destacan además tanto la intensa música, compuesta por Miklós Rózsa como la fotografía a cargo de John Seitz (Días sin huella-1945), oscura, sensual y tenebrosa, con reminiscencias a obras de cine negro del expresionismo alemán de Fritz Lang, (como M, el vampiro de Dusseldorf). También el magnífico guión escrito por Billy Wilder en colaboración con el escritor Raymond Chandler, famoso guionista y escritor de novela negra, entre cuyas obras destaca El sueño eterno. El guión rebosa diálogos ingeniosos y no faltos de comicidad. También vemos que Wilder utiliza el mismo recurso que años más tarde haría en El crepúsulo de los Dioses, al comenzar la película con la confesión del protagonista diciendo como acaba todo. Destaca también el papel de Edward G. Robinson, quién interpreta al sabueso contratado por la compañía de seguros donde trabaja Walter Neff, para perseguir los delitos fraudulentos y que será a la vez, el mejor amigo del protagonista y el tipo que le pondrá las cosas difíciles al empezar a sospechar de los tejemanejes de Phyllis y la colaboración de su posible amante en el crimen...
Y por supuesto, qué decir del papel de Stanwyck, como una de las más recordadas mujeres fatales del cine, que realiza una interpretación majestuosa, muy sensual y sofisticada, acompañada por una voz muy dulce y femenina. Personalmente, me encanta su personaje y los chispeantes diálogos que al comienzo de la película tiene con su partenaire, MacMurray.
Double Indemnity, es por tanto, una de las más indiscutibles obras maestras del cine, una de esas películas, que con su glamour indiscutible, perduran y perdurarán para siempre y que hacen que todo aquel que las vea caiga rendido ante la magia del cine, al igual que Walter Neff lo hizo ante el tintineo de una pulsera en el tobillo.
"Hay una cláusula en todas las pólizas por accidente, una cosita llamada “doble indemnización”. Quiere decir que pagan el doble por determinados accidentes, los que casi nunca ocurren”, Walter Neff."
"Confieso que he matado a un hombre. Por dinero y por una mujer. Y después de todo, ni tengo el dinero, ni tengo a la chica"