(Jack Lemmon en Con faldas y a lo loco- Billy Wilder -1959)
Jack Lemmon en una pausa del rodaje a medio caracterizar como Daphne. |
Hacía mucho tiempo que no destacaba alguno de mis personajes favoritos del cine y no podía dejar pasar la oportunidad de recordar al posiblemente, mejor personaje cómico: la entrañable Daphne / Jerry en una de las más desternillantes comedias de todos los tiempos (posiblemente, la mejor) Con faldas y a lo loco ( Some like it hot) del maestro Wilder.
En un principio, este personaje fue ofrecido a uno de los reyes de la comedia americana de entonces, Jerry Lewis, pero éste lo rechazó porque, en palabras textuales, "no quería ser confundido por una drag queen", así que gracias a sus prejuicios y de un plumazo dejó pasar esta perita en dulce, la cual fue a parar en las manos de un pedazo de actor (¡¡¡¡el mejor de todos!!!!), el grandísimo Jack Lemmon.
Se cuenta que a partir del enorme éxito cosechado por la película y el carismático personaje de Lemmon, éste le fue enviando a Lewis una caja de bombones cada año, justo el día del aniversario del estreno de la película, en agradecimiento por haberle puesto en bandeja de plata uno de los personajes más destacados de su carrera y de la historia del Cine!
Y es que nadie como Lemmon podía haber encarnado de esa manera tan entrañable, carismática y tronchante a su personaje de Con faldas y a loco.
La película narraba la historia de Joe y Jerry (Tony Curtis y Jack Lemmon) dos músicos de poca monta de los años 20, que tras presenciar un tiroteo entre dos bandas mafiosas, son perseguidos por éstos, por lo que deciden disfrazarse de mujeres y enrolarse en un grupo de coristas femeninas capitaneado por la sensual Sugar Kane (Marilyn Monroe) para poder pasar desapercibidos.
Qué decir tiene que la película es una genialidad, destilante de humor a carcajadas, y es que gracias al guión de Wilder y I.A. L. Diamond, todos sus actores brillaban con luz propia, en especial el papel de Jerry/Daphne, el más simpático de la película.
Y es que Jack Lemmon bordaba su personaje; jamás en cine un hombre disfrazado de mujer ha resultado tan encantador y divertido. Es prácticamente imposible no troncharse ante las caras de estupefacción de Daphne, su risilla floja, sus chascarrillos con doble sentido junto a la dulce Marilyn, sus tangos con Osgood (Joe E. Browm), su forma de caminar y sus desternillantes comentarios con su compañero/a Joe/ Josephine, como cuando éste no para de recriminarle que sus quejas y su falta de cuidado puede delatarles, animándole a repetirse a sí mismo "Soy una mujer, soy una mujer" pero que tras su "romance" con el multimillonario Osgoor, le suplicará que se repita lo contrario " soy un hombre, soy un hombre" para no acabar con éste en el altar!!!.
Al parecer la película iba a rodarse en color, así constaba en el contrato que firmó Marilyn Monroe, pero tras las pruebas de cámara con los actores disfrazados de mujer, descubrieron que Lemmon se veía con una extraña tonalidad verde, debido a la cantidad de maquillaje que tenían que llevar los actores para disimular sus rasgos varoniles, por esta razón, Wilder y los productores decidieron que la película se rodaría en blanco y negro, con el enfado mayúsculo de una Marilyn que esperaba verse fantástica a todo color.
La película sigue siendo un éxito indiscuible, que enamora a todo aquel que tiene la oportunidad de disfrutarla, y es que aunque tenga más de 50 años, sus diálogos y situaciones siguen siendo frescos y atemporales, algo característico de la filmografía de Wilder. También pasó a la historia por su tortuoso rodaje, donde las disputas entre una depresiva Monroe y el resto del equipo eran el pan de cada día. Pero entre tanto drama, ahí estaba Jack Lemmon, con su sempiterna sonrisa y disfrutando a placer de su rol femenino, ya que en los descansos disfrutaba gastando bromillas a sus compañeros mientras bailoteaba con el actor que encarnaría a su pretendiente Osgood en la película, el genial Joe E. Brown. Por lo visto ambos aprendieron el tango aleccionados por el actor George Raft que daba vida a uno de los gangsters.
A diferencia del papel de Tony Curtis que era el galán seductor, en el de Lemmon recaía mucha más comicidad, aunque también es verdad, que éste tenía mucho más salero interpretativo que Curtis. Y es que puedo decir que Lemmon para mí es el mejor actor de la historia, ya que podía interpretar convincentemente casi cualquier papel que cayera en sus manos. ¿ Quién diría que el mismo actor de las caras tronchantes de Daphne, fuera el hombrecillo gris de El Apartamento, el alcohólico de Días de vino y rosas o el desesperado padre de Missing? Y es que muy pocos actores pueden presumir de estar magníficos en todos sus roles, de poseer tan amplio registro interpretativo, algo solo dejado para unos pocos afortunados poseedores del don de la actuación, como el gran Jack Lemmon.
6 comentarios:
¡Un hombre maravilloso y un actor como la copa de un pino ! está entre mis favoritos forever and ever !!
y ésta película creo que se puede considerar una de las mejores comedias de todos los tiempos. Irrepetible además.
¡Me ha encantado una vez más leer sobre las anécdotas del rodaje !
Un besito Carol
Hola Abril, me alegra que coincidamos en nuestro amor incondicional hacia Lemmon, jeje! Por cierto, escribiendo la entrada me he acordado de ti porque al buscar las fotos en google imágenes, de las primeras, salía uno de tus inconfundibles dibujos! Uno de Lemmon con la flor en la boca mientras baila el tango jeje.
Un besito, Abril!
Para mí es un ACTORAZOOO,
miguel. salu2.
El más grande!
Un saludo, Miki!
Una película genial. Volví a verla hace poco y de nuevo me contagié de ese maravilloso humor que la envuelve.
Por supuesto, destaca el travestido personaje de Lemmon, que realmente lo borda.
Y qué decir del final, ¡realmente magistral!, de esos que quedan para siempre grabados en la memoria. De hecho, todavía hoy en día, cuando se dice "nadie es perfecto", acude inevitablemente a la memoria esa escena.
Un beso, Carol
El fina de la peli sigue siendo uno de los más recordados del cine.
Me alegro que coincidamos en gustos, Jagüi.
Un besote
Publicar un comentario