Exposición Mondo Galería
C/ San Lucas 9 (barrio de Chueca)
28004, Madrid
Del 9 de mayo al 15 de Julio
Era el 23 de mayo de 1962, cuando el joven veinteañero Lawrence Schiller se iba a convertir en uno de los fotógrafos americanos más solicitados de la décadas de los sesenta y setenta, gracias a los retratos cercanos, sugerentes, íntimos que realizaría de la diosa Marilyn apenas dos meses antes de su muerte por sobredosis de barbitúricos, en aquel fatídico agosto del 62.
"¿Qué pasaría si me quito el bikini?
Tú ya eres famosa, ahora me harías famoso a mí"
La había conocido apenas 3 años antes durante el rodaje de la película El multimillonario por aquel entonces, Schiller sólo tenía 23 años y muy poca experiencia en su mochila, mientras que su musa, era ya la actriz más admirada y deseada de todos los tiempos y contaba con 33 años. Entre ellos se creó una relación cercana, íntima, marcada por el nerviosismo y la timidez de un joven fotógrafo inexperto. Precisamente fue esa inseguridad de su compañero lo que hizo que Marilyn se acercara más a él y se mostrara tan accesible, como solía hacer con sus fotógrafos, aquellos profesionales que más la comprendieron y respetaron y a los que ella siempre estuvo tan unida, ante los que no tenía ningún reparo en mostrarse tal y como ella era, vestida o desnuda, triste o alegre, sensual o desesperada.
"Marilyn Monroe sabía de fotografía un poco más que yo entonces. Había sido fotografiada por todos los grandes fotógrafos. Era una persona muy profesional. Sabía lo que quería y como aparecer en las fotografías. Sabía como debían de ser sus expresiones, entendía de luz, la composición de la imagen, sabía lo que la gente quería ver en una foto suya y eso era único en una actriz. Llevaban haciéndole fotos desde los 16 años y ya tenía 33. Toda una vida delante de las cámaras."
L. Schiller.
Ese 23 de mayo del 62, Schiller volvía a disparar su cámara ante la misma mujer de hacía 3 años, pero en realidad ya no era la misma, si no una mujer mucho más estilizada, más madura, más sexy y también más triste. Fue durante el rodaje de su última e inacabada película Something´s got to give, de la que fue despedida por sus continuos desplantes al equipo de rodaje (como cuando asistió al cumpleaños de kennedy y le regaló ese sugerente happy birthday, Mr President) y su agotadora impuntualidad, pero fue readmitida de nuevo gracias a la influencia y amistad de su compañero en la película, Dean Martin.
Durante el rodaje de aquella película, el joven Schiller inmortalizó a la rubia platino en diferentes instantáneas, en el estudio, en las pruebas de vestuario, durante sus paseos en coche hasta los estudios y... en la famosa piscina, donde Marilyn se quitó el bikini y se mostró en todo su esplendor ante los ojos fotógrafos del joven Schiller, no sólo por hacer famoso a ese joven tan simpático que se portaba tan bien con ella, si no también y sobre todo, para robarle portadas a la Cleopatra de Liz Taylor, que por entonces era el punto de mira de toda la prensa.
Gracias a aquellas instantáneas, Schiller consiguió su primera portada para la revista Life y sólo unas pocas semanas más tarde, la segunda y la más triste de su carrera, pues una de sus fotografías fue utilizada por Life para anunciar la fatídica noticia de la muerte de su musa. Pero dicha trágica portada le otorgó un pasaporte sin igual hacia el éxito y el reconocimiento del que gozaría durante los años 60 y 70, fotografiando a celebérrimos personajes de la época, como los hermanos Kennedy, Clint Eastwood, Barbra Streisand, Paul Newman o Robert Redford.
Ahora, un puñado de esas míticas fotografías se exponen estos días en Madrid, en la exposición Marilyn and me, and more (dentro de la colección: América en los 60 y que forman parte del libro homónimo de su autor que actualmente tiene 76 años) en Mondo galerías, un pequeño centro artístico ubicado en el barrio de Chueca. Las fotografías, entre las que se encuentran algunas de las de la piscina o la del rostro de Marilyn que se utilizó en aquella segunda portada de Life, o la del último cumpleaños de la actriz, el 1 de Junio de 1962, también están a la venta y sin duda, serán una grata oportunidad para los grandes coleccionistas. Por lo que observé, los precios oscilaban entre los 1800 y los 6000 euros, nada accesibles a nuestros bolsillos en crisis pero que harán las delicias de aquellos que sí puedan permitírselo.
Sin duda, esta exposición es una bonita oportunidad de disfrutar de una imágenes míticas en primera mano, para todos los nostálgicos, amantes del cine y sobre todo, incondicionales de la eterna M.M.
"Las fotos muestran a una Marilyn que quería sobrevivir. Sobrevivir como actriz"
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4 comentarios:
Sabes que me encanta Marilyn, la mujer más fotografiada del universo artístico. Cada poco salen nuevas/viejas fotos de ella que estaban guardadas por ahí. La cámara la amaba y ella parecia feliz posando.
¡Qué belleza y qué pérdida !
Un beso Carol
P.D. Estupenda exposición. Si tengo ocasión me pasaré
Interesantes fotografías, algunas muy bonitas, sobre td en la piscina.
Miguel, salu2
Hola Abril! Sí, sé que compartimos gusto con esta maravillosa diva. La exposición es pequeñita, pero merece la pena, algunas fotos son míticas y otras no las conocía. Además, pertenecen a una exposición mayor llamada América en los 60 del mismo fotógrafo, que no he visto aún pero debe merecer muy mucho la pena! porque en ella aparecen fotos de otros muchos actores de la época.
Un beso, guapísima.
Miki, muchas gracias a ti, que te voy a decir si fuiste tú quién me informó sobre la exposición! :)
Muchas gracias, amigo.
Un besito
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