sábado, 15 de junio de 2013

¿Y SI FUERA VERDAD? VERÓNICA Y EL ETERNO RETORNO



           (la Doble vida de Verónica- Krzysztof Kieslowski-1991)

“El 23 de noviembre de 1966 fue el día más importante de sus vidas. Ese día a las tres de la mañana nacieron las dos en dos ciudades distintas de dos continentes diferentes. Las dos tenían el pelo oscuro y ojos verdes. Cuando ambas tenían dos años y ya sabían caminar una se quemó la mano en un horno. Unos días más tarde la otra estuvo a punto de tocar el horno pero apartó la mano justo a tiempo aunque no podía saber que estaba a punto de quemarse…”


¿Y si en cualquier otro lugar existiera una persona idéntica a nosotros en cuerpo y alma? ¿Y si de verdad no estuviéramos solos en la vida,  si hubiera un hilo invisible que nos mantuviera unidos irremediablemente a la vida de otro ser humano que nos guiara a través de sus errores o por el contrario, le ayudáramos instintivamente a través de los nuestros?

Verónika y Veronique son idénticas como dos gotas de agua. Ambas nacieron el mismo día, ambas perdieron a su madre, viven por y para la música, tienen unas dotes excepcionales para el canto, son jóvenes y pasionales, sensibles y padecientes de la misma enfermedad cardíaca. Ambas buscan el amor y tienen el presentimiento de que alguien las acompaña, de que no están solas en el mundo. Pero nacieron y viven en ciudades diferentes, una en Cracovia (Veronika) y la otra en París (Veronique) y no les une parentesco alguno. Además, sus destinos están entrelazados, ya que una estará destinada a guiar a la otra, a mostrarle el camino que no debe seguir...


Un año antes de rodar su antológica trilogía dedicada a los colores de la bandera francesa (Azul, Blanco, Rojo) Kieslowki rodó junto a la que fue considerada su musa, la actriz suiza Iréne Jacob  (con la que repetería posteriormente en Rojo- 1994) esta intimista y poética historia de dos vidas paralelas, reflejadas en temas como el destino, las intuiciones, los presentimientos... que comienza con la presentación de la joven polaca Veronika, cuyo fatal destino servirá de nexo para la continuación de la vida de la parisina Veronique.  

Si algo destacaba de la manera de rodar de Kiesloswki, era sin duda, su enigmática forma de contar historias, nada convencional, dedicada a reflejar sentimientos, pensamientos, emociones, más que acciones en sí. Como diría su musa Jacob Puedo decir que fue un gran director, muy talentoso, muy inventivo. Siempre trataba de filmar lo que no era obvio ver. Eso era una labor enorme, porque  buscaba filmar lo que había dentro de las cosas, de la gente, dentro del aire, presentimientos, coincidencias. Sus películas eran como un microscopio y siempre buscaban los detalles, las pequeñas cosas que se convertían en fuerzas grandes en la vida”.



De ahí, que sus obras desprendan un aire de irrealidad, de incomprensión, como si estuvieran hiladas en una madeja de metáforas y sensaciones. Y eso, en esta película se refleja muchísimo, con ese halo fantasmagórico y melancólico que subyace en la dualidad interpretativa de una enigmática y sensual Iréne Jacob, Verónika y Veronique. Por ello, tras ver esta película, se le queda a una una interrogación mayúscula, pero a la vez, no puede dejar de pensar en ella, en sus colores, en la mirada de su protagonista, en la historia de amor con el misterioso marionetista, en la simbología que une las vidas de las dos jóvenes, en la escena en la que la desdichada Veronika ve a su doble Veronique en una concurrida plaza de Cracovia, y en la deliciosa música de Zbigniew Preisnier que me ha dejado enamorada...



La había visto siendo adolescente y desde entonces la había sentido como una historia  especial, de esas que a pesar de los años y del olvido, siempre te invade de buenas sensaciones.

Filosófico, simbólico y dulce cuento para ver sin prejuicios con el corazón.



Me gusta contar historias donde las similitudes sean el eje central. Por supuesto las personas están divididas por sus políticas, religiones, razas y pasiones, pero también tienen mucho en común. Sin importar que sean monárquicos, republicanos o comunistas, todos sienten igual el amor, el sufrimiento, odio y celos, temen a la muerte y en general cualquier otro sentimiento"

Kieslowski

4 comentarios:

Maribel dijo...

Aunque muchas veces en las películas de Kieslowski haya elementos increíbles o improbables, la psicología de los personajes es siempre realista y lo más difícil, poética.

Saludos

CAROL LEDOUX dijo...

Hola Alexa! Qué razón tienes en tu comentario. Me están entrando muchas ganas de revisar el resto de la filmografía de Kieslowski. Muchas gracias por tu visita!

Saludos!

abril en paris dijo...

Asignatura pendiente, lo reconozco. Pero me parece que tiene mucho interés todo lo que dices y sobre todo me gusta la cita del final del autor. Creo que estoy bastante de acuerdo con eso.

Un beso Carol

CAROL LEDOUX dijo...

Hola Abril! Yo te invito a que veas la película, aunque, eso sí, el cine de Kieslowski es un tanto especial. Lento, que sugiere más que muestra. Pero a mí por lo menos, eso me gusta de él y esta peli en concreto me ha calado hondo, aunque no sé muy bien por qué jeje.

Un beso.